Casi hemos olvidado que son los millones de trabajadoras y trabajadores que hacen funcionar este país.
Son las que distribuyen los bienes en los supermercados, los que sacan el cobre y hierro de la tierra, las que laboran con las pantallas en los bancos y que nos cuidan en los Cesfam y hospitales, los y las que producen los tallarines, el confort y el champoo que ocupamos todos los días.
Pero desde hace años no hemos sentido la presencia de la clase trabajadora. Desde la ola de huelgas de 2006 no hemos sentido su poder.
Los patrones sí han sentido su presencia, en forma de las ganancias que han sacado de sus labores.
En estas páginas (en el
pdf abajo), vamos a contar la historia de esas huelgas y hablar de qué ha pasado dentro de la clase trabajadora desde ese entonces.
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