Vimos en la tele ayer el poder imperial de Estados Unidos en su forma más brutal. Pero la declaración más importante fue justo al comienzo de las escenas de boxeo del Despacho Oval:  
 
Trump: "No estoy alineado con Putin. No estoy alineado con nadie. Estoy alineado con los Estados Unidos de América". 
 
Todos tenemos que entender lo que dice Trump. Que Ucrania fue un ensayo poco importante para el imperio norteamericano, comparado con lo que viene... el enfrentamiento con el poder económico y geopolítico chino. 

Las negociaciones entre Trump y Putin sobre el desmembramiento de Ucrania sirven a los gringos para distanciar el poder ruso del poder chino. 

No traerán la paz, porque la guerra porque la guerra sigue como la noche después del día en la competencia imperialista. 
 
Otra forma de diplomacia 

Para mucha gente, lo más impresionante de la confrontación de Trump con Zelenski fue su falta de respecto. Pero ese tipo de trato se hace muy a menudo en las reuniones “privadas” diplomáticas. ¿Es peor el maltrato cuando se lo hace en público? 

Veremos qué dijo Ronald Reagan en “privado” sobre delegados africanos a la ONU en 1971. Los delegados africanos habían votado en contra que Taiwán (en vez de China) debería recibir el conocimiento de la ONU: 
 

“Ver a esos, esos monos de esos países africanos... ¡Malditos sean, todavía se sienten incómodos con los zapatos puestos!”, exclamó Reagan.   
 

Bueno, pocos meses después, Nixon estaba en China, haciendo una alianza con Chou En Lai, presidente de China. 

Nixon y [su asesor de Seguridad Nacional Henry] Kissinger creían que un entendimiento con China le daría una ventaja a Estados Unidos contra los soviéticos. Era un caso clásico del 'enemigo de mi enemigo es mi amigo’. 

Hoy día, Trump imagina que un entendimiento con Putín le daría una ventaja a Estados Unidos contra los chinos 

Claro, los que creían que los aportes norteamericanos y de OTAN a Zelenski tenían algo que ver con la solidaridad internacional, ya pueden ver que no fue así. 

Y otros, que imaginaban que la invasión rusa a Ucrania tenía algo que ver con una campaña contra los “nazis ucranianos” también pueden ver que no fue así porque pueden ver que a Trump y Putín no les importan un comino la opinión de los pueblos ucranianos. 

Imperialismo es un sistema brutal donde manda la violencia y la falta de respeto. No podemos apoyar un bloque imperial contra otro. La tercera opción, de apoyo a las luchas contra los dos bloques, sí merece nuestro apoyo. 

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