Los subsidios.
¿Por qué los subsidios habitacionales se llaman subsidios? Porque ayudan a las familias que no tienen cómo, a comprar una casa.
¿Y cómo se hacen los subsidios habitacionales? Se hacen transferencias de dinero entre el estado y las familias.
Claro, si tú estás en contra de todos los subsidios y piensas que el mercado libre debe controlar nuestras vidas, entonces esas familias sin dinero, en tu opinión, deben quedarse sin una vivienda hasta el año cuando han ahorrado millones y millones. Y si no tienen cómo ahorrar, bueno, deberían quedarse sin una casa, Así de simple el argumento del libre mercado.
Pero creemos que esas familias deben tener acceso a los subsidios, ¿no es cierto?
Sin embargo, sin embargo, nosotros, desde abajo, vemos que los subsidios son una ayuda en nuestras vidas. Pero los de arriba los miran como formas de aumentar el trabajo que sacan del trabajador, porque si vive más cómodo, en casa propia, va a llegar al trabajo más descansado y pueden sacar más ganancias de sus labores. Así lo miran ellos, los capitalistas.
El estado y la economía.
Sin embargo, todos los estados hacen transferencias de dinero entre un sector o empresa de la economía, y otros sectores o empresas. Por ejemplo, durante la crisis de la pandemia, el Banco Central movía dinero de los ahorros del estado, a empresas y trabajadores que no tenían cómo sobrevivir.
Todos los países, grandes y chicos, hicieron lo mismo, desde los EE.UU. y Alemania, hasta China. En otras palabras, todos los países subsidiaron empresas y familias porque no podían sobrevivir.
¿Y cuál es el problema?… ¿no es una buena idea ayudar a esas familias que tienen problemas, ayudarlas con el dinero acumulado del estado?
Incluso, el estado en todos los países mete dinero para proteger esas empresas con problemas económicos. Todos los países durante la crisis mundial de 2008, por ejemplo, crearon créditos casi gratis, a tasas de intereses muy bajos, que esas empresas podían utilizar.
Y en otros momentos, los países han metido dinero para echar andar empresas nuevas. En el pasado, han creado miles de kilómetros de caminos, nuevos puentes, nuevos canales, han gestionado nuevas redes de energía eléctrica, han habilitado represas, para crear las mejores condiciones para el éxito de empresas nuevas y otras ya establecidas.
Todos estos elementos son un tipo de subsidio, porque no son las empresas mismas que construyen los puentes, los caminos o las represas. Mejor dicho, a menudo no son las mismas empresas que construyen y las que utilizan esa nueva infraestructura económica. Por lo general, es el estado que gestiona y coordina esos avances.
El estado, por lo tanto, interviene en el mercado libre para crear buenas condiciones para “sus” empresas nacionales y multinacionales. El estado integra las empresas estatales y privadas, nacionales y multinacionales, en una economía nacional. Mueve recursos entre los múltiples sectores de esa economía.
Lo que quiere el estado y los dueños del capital, en otras palabras, es una economía, es decir un montón de empresas privadas y estatales, que sacan ganancias para ellas, y también para el mismo estado — que puede seguir haciendo usos de sus impuestos. Y por supuesto, los políticos de los países pueden seguir viviendo muy bien de sus puestos en el estado.
Los estados y el mundo.
Sin embargo, la economía, desde hace rato, es globalizada y sus empresas exportan a otros países e importan lo que necesitan de otros países. Codelco, Collahuasi y otras empresas de la minería, por ejemplo, exportan su cobre a China, y compran las bolas de acero de molienda que necesitan, dentro del país o las importan desde China.
CAP y su filial CMP envían sus pellets de hierro al mercado nacional y también al extranjero. Envían su concentrado de buena ley, afuera. De hecho, de las ventas de CMP en 2021, 84% fueron a China.
Es decir, de los 16,151 millones de toneladas de mineral de hierro producidos en 2021, CMP vendió 798 mil en Chile y 13.545 mil en China.
Claro, los 16 millones de toneladas de mineral, de pellets y concentrado es muy poco con lo que exportan de Australia (880 millones de toneladas en 2022), de Brasil (440 millones) o lo que producen dentro de China (280 millones).
Las plantas de acero convierten este mineral en acero en China, en India. Y como parte de ese proceso, el estado de China, como todos los estados, interviene en el mercado para mejorar los negocios de “sus” empresas. Negocia el precio de la energía que usan las empresas de acero, por ejemplo. En igual manera, el estado y las empresas de energía en Chile cobran a las grandes industrias mineras mucho menos para su energía que lo que pagamos nosotros cada mes por la luz que usamos en la casa.
Incluso, el estado en este y otros países subsidia una empresa con el dinero de los impuestos pagados por otras empresas. Ese es el pan de cada día en las empresas de la agricultura en Europa y los EE.UU., para proteger a las empresas de la agroindustria y controlar el precio de la leche, la carne, la mantequilla.
Bueno, el acero que se produce en las plantas de China, se consume dentro de China y se exporta a otros países. De hecho, en Chile, de los dos millones de toneladas (2,388 millones) de acero consumido en 2023, 33% era acero producido dentro del país y 67% importado desde el extranjero, la mitad de China.
La integración de las economías, las empresas y los países.
En fin, las empresas y los países y sus economías están integrados en este mundo globalizado. Y los estados de los países mueven sus dineros entre las empresas para hacer más “competitiva” a toda la economía. Se organizan para aumentar la profitabilidad de las economías y que los ricos sigan sus vidas de ricos, y los trabajadores siguen sus vidas de trabajadores.
Es un hecho.
Por ejemplo, que CAP-CMP exporta la mayoría de su mineral de hierro a China. Y la mayoría del acero usado en Chile cada año viene de afuera. Chile está integrado al mercado global capitalista. Chile es un país de negocios y ganancias donde las empresas se mueven para ganar a la competencia, pero tanto las empresas chilenas como las de otros países forman el mercado internacional. Es un hecho.
Y en 2021, cuando aumentó rápidamente el precio del mineral de hierro en el mundo, CAP ganó mucho, mucho dinero durante la pandemia. En el anuario para 2021, nos dicen que CAP ganó, como utilidades netas al 31 de diciembre de 2021, US$ 741,4 millones.
De esos 741 millones de dólares, pagaron a los accionistas 462 millones, al estado como impuestos 465 millones, pero a los trabajadores solamente 246 millones.
Así las cosas. Pero al Directorio, pagaron 476 mil dólares a Rodolfo Krause, 349 mil a Jorge Salvatierra, 309 mil a Roberto de Andraca. 476 mil de dólares eran 27 millones al mes en 2021.
Así las cosas. ¡Y dicen que no hay plata en este país!
Y guardaron dentro de la empresa unos 622 millones de dólares.
La competencia entre las empresas.
Ahora bien, qué pasa cuando una de las empresas, integrada por el estado a toda su economía, gana la competencia en otros países? ¿Qué pasa cuando las empresas grandes de acero chino venden acero a un precio 40% más barato que lo que produce Huachipato?
En ese caso, es el estado local, chileno, que tiene que subsidiar a las familias de los trabajadores de Talcahuano. Es el estado chileno que tiene que transferir dinero de sus ahorros o de los impuestos, o imponer un nuevo impuesto a las empresas y a los ricos de este país, para proteger las familias de los trabajadores de las empresas que han perdido en la competencia.
Desde años y años las empresas de este país han ganado mucho dinero. De hecho, cuando sales a trabajar (digamos 8 horas la semana), trabajas 3 horas para ti y 5 horas para las ganancias de la empresa. (Son las cifras que nos da el Banco Central)
Así es. Pero claro, el estado va a hacer los cálculos sobre el dinero que tiene disponible, va a hacer los famosos cálculos políticos, y quizás va a decidir que poco dinero tiene.
Quizás va a decidir aumentar los aranceles, pero ese aumento también podría causar problemas económicos para muchas empresas del país que hoy día compran acero barato afuero. Lo que necesita Huachipato, para no cerrar, es modernizarse.
Por eso, hay que presionar al gobierno, al estado, con actividades que integren miles de trabajadores de base. Acciones como la toma de la planta de Huachipato.
El estado chileno y los ricos, como el estado y los ricos de cualquier país, no van a ceder si los trabajadores no luchan.